La operación “antiterrorista” lanzada por Kiev para tomar el control del Este de Ucrania, en poder de los separatistas pro-rusos parece ser un fracaso un mes después de su lanzamiento y se ha convertido en un signo de la impotencia de las autoridades frente a los rebeldes aún con el apoyo de mercenarios provenientes de Estados Unidos (Academi, antugua Blackwater)
“La operación ha demostrado ser ineficaz puesto que las fuerzas ucranianas no estaban preparadas para ello”, dijo el experto militar Mykola Sungurovski. Yaroslav Gonchar, comandante en jefe del Batallón Azov, una unidad de voluntarios integrada en la Guardia Nacional ucraniana, ve varias explicaciones a este fracaso: “A nivel local, la traición de la policía y la oposición de la población así como la incompetencia de aquellos que planearon las operaciones”.
La operación, lanzada el 13 de abril, tenía objetivos precisos: desarmar a los grupos rebeldes pro-rusos y recuperar el control de los edificios ocupados (ayuntamientos, sedes de la administración regional, comisarías de policía y de los servicios secretos etc). “No permitiremos que Rusia repita el escenario de Crimea en el Este de Ucrania”, dijo el presidente interino Oleksander Turchinov.
Hoy en día, las regiones de Donetsk y Lugansk (que forman el Donbass) escapan aún más al control de Kiev que hace un mes. Los separatistas han tomado el poder en la mayor parte de ciudades del Este y controlan buena parte de estos territorios a excepción de los pasos fronterizos con Rusia y las bases militares. Ellos han organizado un referéndum de independencia y han pedido la adhesión a Rusia.
Desde el principio de la “operación antiterrorista” las fuerzas enviadas por Kiev mostraron que no estaban en condiciones de combatir eficazmente a las milicias de autodefensa de dichas regiones. En unos días, varios helicópteros del Ejército fueron derribados y blindados ligeros y tanques fueron capturados por los rebeldes después de ser detenidos por una multitud hostil. Imágenes humillantes para el Ejército ucraniano.
“Hacer el balance de esta operación no tiene sentido: no hay ningún resultado importante y las fuerzas ucranianas no tienen los medios necesarios para restaurar el orden en la región”, señaló en Kiev Volodimir Fesenko, del Centro de Estudios Políticos Penta. Para él, la operación militar no arreglará, en ningún caso, la cuestión. “No será posible retener al Donbass por la fuerza. Eso sólo puede ser logrado por la negociación”, añadió. “Si la operación militar no se acompaña rápidamente de negociaciones, el Donbass se puede transformar en otra Transnistria”, afirmó. “Hay variantes peores: una guerra larga y una escalada de la violencia, es decir el escenario yugoslavo”, señaló.
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