Está claro ahora que los ataques aéreos rusos y occidentales contra ISIS (Estado Islámico) en Siria e Irak en los últimos meses le han causado enormes pérdidas financieras y humanas. Bajo estas circunstancias, el Estado Islámico está buscando desesperadamente nuevos países musulmanes para operar. Los líderes del Estado Islámico están buscando maneras de compensar las pérdidas económicas que ha sufrido, y establecer nuevos puestos de avanzada seguros fuera del Oriente Medio. Por eso ISIS ha sido bastante activo en el intento de tomar el control de Libia, que es particularmente rico en "oro negro", así como Afganistán, hogar de un rentable mercado de narcóticos.
Algunos pueden preguntarse acerca de los asombrosos avances que ISIS ha sido capaz de lograr en Libia, pero es una sorpresa para los expertos, ya que en los últimos años, miles de ciudadanos de este país dejaron su tierra natal para unirse a grupos islamistas en Siria e Irak. Aproximadamente un millar de estos combatientes endurecidos ya han regresado a Libia para unirse a las fuerzas locales de ISIS. Cabe señalar que los islamistas libios fueron responsables de algunas de las operaciones clave en Siria e Irak. En particular, fueron parte del batallón Al-Battar, conocido por sus constantes ataques suicidas, el exterminio despiadado de la población local y la brutal represión de la sublevación en Deir ez-Zor.
Por lo tanto la advertencia expresada el 1 de diciembre de 2015 por observadores de la ONU que Libia se puede convertir en un bastión clave de ISIS, puede realmente reflejar el grado de expansión de ISIS.
El Estado Islámico ya ha establecido su control sobre más de 240 kilómetros de costa libia. Se estima que el número de militantes del Estado Islámico en el área supera los 5.000 militantes, y entre ellos se pueden encontrar no sólo los libios, sino también a los antiguos ciudadanos de varios estados árabes y europeos.
Vuelos de reconocimiento en noviembre 2015 franceses confirmaron el fortalecimiento de ISIS en la zona, con numerosos campamentos militares a través de Libia.
Hoy en día uno de los principales objetivos de los militantes de ISILS en Libia es establecer el control sobre sus exportaciones de petróleo. Este objetivo se lograría apoderándose de los puertos libios, de carreteras estratégicamente importantes, intersecciones, y la mayor parte de las terminales de petróleo de Libia al sur de Ajdabiya. El hecho de que en enero milicias islamistas asaltaran el puerto de Es Sider, quedando atrapados en un violento tiroteo con las unidades de defensa encargadas de la seguridad del puerto revela que han estado persiguiendo activamente este objetivo. El ingreso estimado que puede obtener con el petróleo de Libia es de una suma enorme, 100 mil millones de dólares al año.
Al mismo tiempo ISIS está tratando de controlar las operaciones de contrabando en Libia, ya que hay una cantidad considerable de contrabando de armas a través del territorio de Libia. La destrucción del Estado de Libia como resultado directo de la intervención militar occidental en 2011 marcó la proliferación incontrolada de los suministros de armas en el país y a lo largo de sus fronteras. Como resultado, el Estado Islámico fue capaz de tomar el control de los suministros de armas destinadas a las milicias gubernamentales en Trípoli. Una figura clave que controla el dinero que fluye del armamento de las milicias de Misrata y Bengasi es el comandante Wissam bin Hamid, que está estrechamente relacionado con las milicias islamistas extremistas. Él era el líder de una poderosa milicia en Bengasi en el momento del ataque contra el consulado de Estados Unidos en septiembre 2012.
En cuanto al acceso de ISIS a las operaciones bancarias, este problema se simplifica en gran medida para ellos en Libia en el contexto de la dualidad de poderes en curso en el país: por un lado - parlamento elegido, situado en la ciudad de Tobruk, por el otro - congreso nacional pro-islámica, sentado en Trípoli. En estas circunstancias, y teniendo en cuenta las operaciones específicas del Banco Central de Libia, que transfiere dinero para ambos gobiernos, ISIS no tiene problemas para acceder a los flujos financieros internacionales. Los "Halcones" en Trípoli están más preocupados con la victoria final sobre las fuerzas de las brigadas islamistas del general Haftará que de ISIS.
En este contexto, los países de Europa Occidental se han preocupado cada vez más por el fortalecimiento de las posiciones de ISIS en Libia. Si este país se transforma en una base para el Estado Islámico, los islamistas serán capaz de lanzar un ataque terrorista en Europa a partir de él, ocultando sus atacantes suicidas con el pretexto de pobres refugiados libios. Por esta razón, los líderes de los estados europeos han estado discutiendo la posibilidad de crear una nueva coalición durante meses, lo que debería ser capaz de hacer frente a la creciente influencia de ISIS en Libia.
En febrero 2015 Italia dejó claro que estaba dispuesta a enviar tropas de tierra para confrontar al Estado islámico en Libia.
El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian expresó su preocupación por la situación en Libia, un año antes - en 2014, haciendo hincapié en la necesidad de llevar a cabo una operación militar en Libia y lanzar ataques aéreos. Poco antes de la Navidad pasada Le Figaro dijo que el Ministerio de Defensa francés está considerando una intervención militar de seis meses de duración en Libia que se lanzará antes de la primavera.
El Reino Unido también está considerando la posibilidad de enviar una considerable fuerza militar para oponerse al Estado Islámico en Libia después de recibir la aprobación del Parlamento el 2 de diciembre de 2015. En particular, el ministro de Defensa del Reino Unido, Michael Fallon ha declarado que Londres podría enviar hasta un millar de soldados a Libia, extendiendo así los compromisos militares británicos en Siria e Irak a un país más.
La posibilidad de una operación militar de la OTAN en Libia ha sido confirmada por un representante de Libia ante las Naciones Unidas. Según él, cuatro países de la OTAN (los Estados Unidos, Italia, Francia y el Reino Unido) se preparan para lanzar ataques aéreos contra la fortaleza del Estado Islámico en Libia, y más tarde entrarían las tropas de tierra, para establecer el control sobre el territorio ocupado por ISIS.
Así que el año 2016 - el año del "mono de fuego" se iniciará con una nueva intervención militar en Libia, donde el caos ha reinado exclusivamente debido a las miopes acciones de los "halcones" de la OTAN, que desataron la agresión armada contra este país en 2011.
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