Las personas que pasaban por la Gran Vía madrileña una mañana de julio de 2011 se toparon con un cartel publicitario enorme. "¿Qué tienen estas 'realezas' en común?", decía la pancarta. Bajo esta frase, tres fotos: el príncipe Carlos de Inglaterra, el rey de España Don Juan Carlos y Bill Clinton. "Deberían haber utilizado Ashley Madison", les aconsejaba el misterioso anuncio.
No era un despacho de detectives. Ashley Madison es una agencia de relaciones extramatrimoniales estadounidense que ayuda a sus clientes a que su marido o mujer no les pille. Su audaz, polémica y altisonante estrategia de comunicación ha creado escuela: ahora otra empresa similar la ha tomado con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inventándose una amante para él.
Si en el caso de 2011 la campaña se justificaba por las informaciones sobre los deslices de estos mandatarios, esta vez se trata de una metáfora política. El controvertido cartel móvil, que visitará los lugares más importantes de la ciudad de Madrid durante el mes de diciembre, hace alusión al presidente Mariano Rajoy y a sus pasos como gobernante hasta la fecha. España cierra un año en el que una mayoría se ha sentido engañada por sus promesas electorales incumplidas. Muchos piensan que el Gobierno da prioridad a los intereses Europeos por encima de los intereses de los españoles. En esta trama hay un culpable, una tercera persona, una mujer: la canciller alemana Angela Merkel, que aparece en el anuncio recibiendo un beso del presidente español.
El objetivo, al parecer, era bueno. “Queríamos resaltar la discreción que nos caracteriza y el cuidado que ponemos para garantizar el mayor nivel de anonimato a todo el mundo, incluidos personajes famosos y políticos”, comenta Alicia Gallotti, portavoz de la página web Victoria Milan, la empresa que esta vez está detrás de la escandalosa campaña. No pensará lo mismo el presidente Rajoy, que si se ha tenido que besar con Merkel tantas veces ha sido para contener la crisis de deuda que ha asolado al país. Pero el sentido literal de los amores del presidente importan poco a esta web de citas extramatrimoniales que se lanzó en octubre del 2010.
Hace ya unos años que varias compañías de publicidad han optado por usar sin permiso la imagen de políticos: hasta tal punto que una empresa prohibió el año pasado colocar en los autobuses de la capital publicidad en la que se citaba expresamente los nombres de Mariano Rajoy; y del líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. La empresa ofrece servicios y recados de todo tipo para gente ocupada. "Apreciado señor Rajoy, aquí encontrará todo el tiempo extra que necesita para sacarnos de la crisis" o "Apreciado señor Rajoy, nosotros le montamos sus muebles, usted dedique tiempo extra para sacarnos de la crisis", decían los polémicos eslóganes de la empresa Etc.
Recientemente un colectivo artístico decidió que, para protestar por la interminable huelga de basuras de la capital española, era una buena idea crear bolsas de basura con el retrato de la alcaldesa de la capital. España no tiene ningún mecanismo específico para defender la imagen de los gobernantes, así que poco puede hacer Rajoy ante Victoria Milan, una agencia de deslices amorosos que causará rechazo en muchos, pero que al fin y al cabo ha sido la primera empresa de contactos en entrar directamente en el debate político aunque sea con el objetivo de sugerir algo que no es cierto. Con esta actitud está teniendo gran éxito: en tan solo dos años y medio la cifra de usuarios asciende a más de tres millones en 23 países.
Estas campañas con políticos suponen un fino alambre por el que es fácil patinar. La misma web acabó el año pasado pidiendo disculpas en los medios de comunicación tras el error cometido al utilizar la imagen del fallecido expresidente polaco Kaczynski en una de sus campañas publicitarias. Los carteles fueron diseñados para mostrar al exprimer ministro de Polonia, Jaroslaw Kaczynski. Debido a un error, se utilizó la imagen de su hermano gemelo, el fallecido expresidente Lech Kaczynski, que murió trágicamente junto con su esposa y otros altos cargos políticos polacos en un accidente aéreo en 2010. Esta campaña pretendía tener un toque de humor y mostrar a Jaroslaw Kaczynski, que está soltero, junto a su famoso gato Fiona y el titular "¿Echas de menos algo de 'miau' en tu relación? ¡Ten una aventura!”. Y el escándalo se extiende: la Casa Real belga logró la retirada de una campaña publicitaria promovida por una empresa de contactos para casados en la que se utilizaba la imagen de Alberto de Bélgica y de su hijo, el rey Felipe. La campaña publicitaria de la web VictoriaMilan.be utilizaba remolques en los que aparecía la imagen de Alberto de Bélgica y del rey Felipe aparentemente intercambiando confidencias acompañadas del texto: "Un buen consejo, hijo: siempre sé discreto".
En la publicidad, como en el amor y en la guerra, casi todo vale. Cuando Richard Nixon se lanzó a la reelección a la presidencia de EEUU en 1972, sus oponentes publicaron un póster con su foto que decía: "¿Compraría usted un coche usado de este hombre?". Ha llovido mucho desde entonces, pero los políticos siguen vendiendo todo tipo de sensaciones. Incluida la desconfianza.
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